Desde hace un año contamos con la
colaboración de Monzon Biomed, empresa
que desarrolla productos farmacéuticos innovadores, y en especial con
su marca Kalendae, productos para pieles extremadamente sensibles.
Pau Monzoncillo, director de Monzon Biomed, nos habla del
impacto de los tratamientos oncológicos en la piel y nos explica porqué decidió
colaborar con el Paseíco de la Mama.
La piel y el paciente oncológico:
La investigación médica en
tratamientos oncológicos mejora día tras día. Algunas de las mejoras propuestas tienen menos efectos indeseados sobre
el paciente y mejoran su calidad de vida. Uno de estos casos es la
radioterapia hipofraccionada (fracciones de radiación más pequeñas) que por su
protocolo de tratamiento reduce los efectos del tratamiento sobre la piel de la
zona tratada.
A pesar de los avances actuales,
los tratamientos oncológicos más habituales son fuertes. Todos conocemos
algunos de los efectos indeseados que tienen sobre el organismo. En la piel
provoca sequedad y picor en las quimioterapias, o irritación y quemazón en la
radioterapia.
El cuidado dermatológico durante el tratamiento es básico
y debe ser una rutina diaria de todo paciente oncológico. Los productos de la línea Kalendae tienen características y funciones hidratantes, reparadoras
y antiinflamatorias que son muy importantes para prevenir y mitigar los efectos
mencionados anteriormente. Además, han sido formulados bajo estándares de
productos naturales y sostenibles, evitando ingredientes tóxicos en su
formulación que los hace muy interesantes para pieles muy sensibles como la de
los pacientes con cáncer.
El Paseíco de la Mama:
Conocimos la iniciativa del Paseíco de la Mama de la mano de Susana, una de las organizadoras. Fue una
de esas coincidencias que nos trae la vida de forma espontánea, pero que desde el principio nos interesó mucho,
tanto por el objetivo de la iniciativa como por la forma como se lleva a cabo.
Ambos vivimos una experiencia muy cercana con el cáncer y
compartimos objetivos comunes en relación
con la investigación en el diagnóstico precoz y los tratamientos oncológicos.
A medida que Susana nos contaba
la iniciativa nos gustó todavía más. El
cómo se había iniciado, cómo se organizaba y cómo se planteaba el Paseíco son
más motivos por los que empezamos con nuestra colaboración. Algunos de
estos “cómo” con los que nos sentimos muy a gusto son los siguientes:
- El Paseíco es una
iniciativa surgida de un grupo de mujeres que se auto-organiza sin ninguna
vinculación a organismos o asociaciones ya constituidas.
- El impacto,
la transparencia y la divulgación:
el apoyo que hace el Paseíco de forma directa al Instituto Oncológico Vall
d’Hebrón y a estudios concretos, y la divulgación y seguimiento posterior de
los resultados son formas de operar poco extendidas hoy en día y nos parecen
muy interesantes y necesarias en la sociedad actual.
La solidaridad de las mujeres que
organizan anualmente el Paseíco de la Mama, y todos los participantes en el
evento, tienen mucho valor. Debemos
apoyar y fomentar iniciativas como estas no solo por el impacto para la
investigación científica que esto supone sino también por los valores asociados
y la visión de bien común que conlleva.