¡Queda un mes!. Sí, sólo un mes para recorrer el canal imperial y recaudar fondos de nuevo para la investigación del cáncer de mama. Ya van cuatro años en los que hemos contado con vuestra ayuda, compañía y sobre todo con vuestra energía para continuar apoyando a los investigadores del Instituto Oncológico del Hospital Vall d'Hebron. Y este año no va a ser menos.
Y no sólo eso, cada año se unen nuevas personas a pasear por diferentes motivos y que tienen su particular visión del Paseíco. Sin ir más lejos, Eva lo hizo el año pasado y hace unos meses publicó en su blog su experiencia personal. Compartió con nosotros lo que pensó, vio y sintió. ¿No es genial? Así que nosotros lo hacemos con vosotros. Esperemos que os guste.
"Un paseo a mi medida. Buena compañía, espacios abandonados, huertos urbanos ecológicos, fruta de temporada, graffitis... y al final del camino un parque infinito, un pelín marciano, con esculturas XXL y laberintos para ver desde el aire. Fue al cruzar este puente y ver el lazo rosa cuando di un respingo…"
El Paseíco de la mama no es el paseo de mamá (aunque un poco, sí).
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