martes, 17 de abril de 2018

Conocer bien al enemigo es crucial para derrotarlo


Os dejamos las palabras de la Dra. Cristina Saura, Investigadora Principal del Grupo de Cáncer de Mama del Vall d'Hebron Instituto de Oncología y Jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Vall d'Hebron, para conocer dónde han ido destinados los fondos recaudados en 2017, y dónde irán los de esta nueva edición de 2018:


"En 2017 se dedicó la donación de ese año a la seroteca de mama conseguida en ediciones anteriores del Paseíco. Para nosotros vuestra contribución es una gran ayuda y conseguimos realmente iniciar proyectos de forma ágil que creemos importantes para las pacientes. Hemos recogido 316 muestras en 171 pacientes con diferentes alteraciones moleculares que son de nuestro interés y estamos estudiando dos cosas:

1. La correlación de las alteraciones en tumor y en sangre en pacientes con tumores metastásicos: ya hemos enviado nuestra primera comunicación a un congreso como resultado de este trabajo y ha sido aceptado para presentación (Congreso Americano de Oncología, ASCO 2018): Concordance of genomic alterations (GA) in synchronous tumor biopsies (tBx) and circulating tumor (ct) DNA from metastatic breast cancer (MBC) patients (pos).

2. Seguimiento de alteraciones moleculares en sangre a lo largo del tratamiento. Estamos recogiendo muestras que aunque nos llevarán más tiempo de analizar, son muy interesantes ya que además tenemos estudios específicos en estas alteraciones.


Con esta parte preliminar del trabajo hecha en la seroteca y financiada por vosotros, en gran parte, ya hemos conseguido en este proyecto «arrancar» y comenzar la segunda fase: he solicitado una beca competitiva que ya me han concedido en la Generalitat (PERIS) para que un médico me ayude en la consulta y poder dedicar tiempo a estos proyectos.

Este año proponemos algo diferente, comenzar un nuevo proyecto de la mano del Paseíco de la Mama en 2018: en este caso se trata de pacientes con cáncer de mama localizado en las que hacemos quimioterapia antes de la cirugía, pero donde aún queda enfermedad cuando se operan. Sabemos que este hecho es un factor de mal pronóstico y aumenta el riesgo de recaída de estas pacientes.

Nos proponemos estudiar esta enfermedad residual que queda en el momento de la cirugía para conocer en profundidad qué alteraciones tiene y poder más adelante con esta valiosa información diseñar estudios clínicos que puedan ayudar a las pacientes a reducir su riesgo de recaer. Recogeremos sangre también en ese momento para ver si podemos ver esas alteraciones allí. 

Se trata de un proyecto de mucha utilidad, porque como en las tácticas de guerra, conocer bien al enemigo es crucial para derrotarlo. Y en esa guerra estamos contra el cáncer de mama." 

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